6 de abril de 2021

Guijarros



Decidió, finalmente, detenerse y sentarse en una piedra que, a unos pasos del sendero, ofrecía la oportunidad no sólo de descansar y quitarse del zapato la piedra que lo había hecho cojear desde temprano sino también la dicha de admirar la vastedad del paisaje que desde esa altura era impresionante. 


(No podría decirse que era hermoso sino estimulante ese panorama de montes como entrelazados en descenso voluptuoso de texturas y colores hacia una bruma al fondo que insinúa el infinito. Porque la naturaleza no es hermosa hasta que el observador--el lacrimoso ojo humano--la idealiza en la contemplación emocionada. La belleza es creación de la mente, tanto como lo es el disgusto de lo feo y sus insinuaciones). 


        Se quitó el zapato y cayó al suelo pedregoso un guijarro menor, culpable de su cojera y de una fea, horrible, herida en el talón. Tendría que seguir cojeando cerro abajo--estaba en la cumbre--y cerro arriba apenas el sendero se topara con un agua de deshielo al fondo del encuentro de ambas laderas empinadas. 


        (Fea le pareció la herida, feo el zapato desgastado y a punto de dejar de ser zapato, feo el sendero en descenso entre matas feas, más espinas que hojas. Feo el cielo cordillerano que se encapotaba).


        Descansó sentado en la roca del mirador natural y su ojo irritado de cansancio y polvo no vio en el magnífico panorama cordillerano belleza alguna sino el temor insinuado--amenazante más bien--del vasto reto a su entorpecido paso de caminante a punto de darse por vencido en cualquier momento.

        En lo alto, ascendiendo en la termal del medio día, un cóndor de enormes alas quietas parecía observarlo y ofrecerle compañía.

        Echó a andar, a trotar a tumbos de quien huye, por el sendero de guijarros que se meten, demonios del camino, en los zapatos, hacen daño y obligan a ir cojeando.




1 comentario:

  1. Para entender lo que cuenta Santiago hay que haber llegado a un lugar lejano con una herida en un talón y tener que regresar, por que el regreso es lo más importante de la vida, y hay que soportar el dolor y bajar a pesar de todo. Ese dolor no será recordado. Sólo se recordará el triunfo del esfuerzo. Como salir del Banco con una postergación de un crédito.

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