4 de abril de 2022
Criminal de Guerra
Al querer cerrar la pluma con indignado y definitivo gesto se clavó la plumilla de oro en la yema del índice autoritario. Dedo con el que procedió a firmar, sangrante, el edicto asesino.
1 comentario:
pablo valenzuela f
5 de abril de 2022, 5:33 a.m.
...al que le venga el sayo, que se lo ponga...
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...al que le venga el sayo, que se lo ponga...
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