En medio del instante creativo se vino abajo el castillo de arena que estábamos alzando y nos hemos quedado lelos en medio del arenal, decepcionados.
Viento, mar y duna se ríen de nosotros entre ellos.
Yo no sé cual de los tres nos resulta a cada uno más antipático, si el farsante de las olas de plumas ostentosas, si el hipócrita de las suaves lomas en perpetuas transformaciones o si el otro, el fabulador que va y viene de un lado a otro, ya despeinando al mar, ya esparciendo las dunas en rápidas nieblas de arena a ras del suelo.
Excelente, Santiago. Gracias por compartir.
ResponderBorrar