Siempre llega con la nieve.
Lo sienten filtrarse por la chimenea con una serie de aleteos; resbalando, dando vueltas y vueltas, como si tuviera vértigo y no pudiera detenerse.
Las dos Alicias se apartan de sus armarios de luna donde se escrutan el rostro y se incorporan en sus camas.
Se abre el espejo y aparece aquel ángel de la guarda que comparten las gemelas; un ángel ya viejo y mugriento, asfixiado, que más parece un pajarraco enfermo con sus ridículas alas de pollo.
Dirán que es mala suerte, pero que tu ángel de la guarda sea pederasta y tenga la misma cara de tu abuelo, puede marcarte para siempre.

Esta vez, las Alicias no están quietas. Abren con sus manitas todos los cajones de la cómoda y aparecen las iguanas de hace millones de años que se van internando,lentamente, en la habitación.
============================
Josep Martínez Nuévalos, español de Barcelona, participó, desde los inicios, en el taller de La Marina de Ficticia.
Miércoles 25 de mayo, 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario