De nuevo me trae hasta la playa
el puente y su baranda,
el mismo trecho cada año,
la insólita travesía de madera
adentrándose en la duna.
No cambian los espacios
de infinitos azules en pugna
que al final del barandal en curva
el camino al horizonte entrega
ante tu vista.
el puente y su baranda,
el mismo trecho cada año,
la insólita travesía de madera
adentrándose en la duna.
No cambian los espacios
de infinitos azules en pugna
que al final del barandal en curva
el camino al horizonte entrega
ante tu vista.
De nuevo frente a mí se ha abierto
expectante, una ventana, una mañana azul
recién nacida, eso no cambia:
los ojos deslumbrados, los espacios infinitos,
la distancia fabulosa que sabes se abrirá
al final del recorrido, ante el balcón de tu mirada
esta mañana nueva igual que siempre.
expectante, una ventana, una mañana azul
recién nacida, eso no cambia:
los ojos deslumbrados, los espacios infinitos,
la distancia fabulosa que sabes se abrirá
al final del recorrido, ante el balcón de tu mirada
esta mañana nueva igual que siempre.
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