10 de febrero de 2015

Vespertina, casi noche por Olga Guadalupe

A esta hora a la orilla del mar
el tráfago de bañistas en la playa
nos concede una tregua
y el oleaje persiste en cambio
con su otra marea
que forma ahora
una lámina fina, gris brillante,
casi rosa, casi malva, sobre la arena,
piélago que ahora hollamos,
laguna fluvial casi
en las finísimas ensenadas marinas
que la marea forma.

El mar se ha vuelto
lago, casi río, y el viento, brisa,
lasitud, abandono con sus rosas, malvas, grises,
más insistentemente azul, azules plomo,
más lentamente gris, apenas ya azul…
Indolencia del caminante solitario
por la playa que ya ha cumplido su día
y espera su paz y su sosiego.

La miramos ahora,
la miramos, no se nos pierda la visión, el sueño.

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