"Quien pueda ser yo me tiene sin cuidado", piensa y escribe el filósofo nihilista, tal vez exagerando su propuesta.
"Un organismo vivo", continúa, definiéndose, "gestado--por casualidad--para la muerte, como todo organismo vivo.
Anónimos, los animales cumplen su propio ciclo vital sin preguntarse quienes son ni qué lugar ocupan dentro de la multitud de los que viven y han vivido: la multitud anónima de las especies".
Animal soy. Lo somos todos en nuestro anonimato multitudinario.
Un día de éstos dejaré de ser. No estaré presente.
Me he dicho, entonces, que es tiempo de irme desprendiendo de mi realidad, de irme volviendo esa ausencia a la que me dirijo, a la que derivo, a la que me han ido llevando mis días desde el inesperado inicio".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario