24 de septiembre de 2019

Breve suceso canino

Un perro de ojos claros, infantiles, se me ha acercado y me mira, esperando que le convide de mi sandwich.



Estoy a punto de hacerlo--probablemente en contra de lo que el café permite en su terraza frente al mar--y uno de los meseros lo espanta.

Me quedo con un trozo de sandwich en la mano.

Se me ha agriado el desayuno.

Y el mar me parece, de pronto, tristemente indignado.


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