En su novela El criticón, en la que de veras se critica severamente la sociedad española de su época, Gracián usa al mosquito como sinónimo de persona común, víctima de la injusticia de un sistem corrupto controlado por un grupo inescrupuloso en el poder:
“Mandó luego ahorcar, sin más apelación, un mosquito y que lo hiziessen quartos porque avía caydo el desdichado en la red de la ley. Pero a un elefante que las avía atropellado todas, sin perdonar humanas ni divinas, le hizo una gran bonetada al passar cargado de armas prohibidas, 110 bocas de fuego, 111 buenas lanzas, ganeúas, chucones, y aun le dixo que aunque estava de ronda, si era servido, le irían acompañando todos sus ministros hasta dexarle en su cueba”
No sé si nos sirva de consuelo comprobar que no es sólo hoy y aquí que se castiga a los mosquitos y se proteje al elefante.
(Curiosa coincidencia de la imagen empleada por el autor español del Siglo de Oro y la empleada en esto sdías y en nuestros lares por una facción política impune a todo exceso).
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