26 de marzo de 2021

Algo sobre el diarismo*


En su introducción a la edición de selecciones del diario de Samuel Pepys, Richard Le Gallienne observa que la mayoría de quienes escriben diarios personales lo hacen o pensando en publicarlo o temiendo que después de muertos lo lean sus familiares. (“Most diarists have written with an eye to publication, or, in all events, with the fear before them of posthumous inspection by the family. They have, therefore, more or less posed themselves as they would have others see them.”)

Es decir que al escribir su diario sus autores se presentan como querrían que otros los vieran. 

Posar, como para una foto o un retrato, sería entonces una buena manera de representar lo que el acto de escribir un diario significa; al menos para lo que sería la mayoría de quienes escriben uno. 

El diarista*, al fin y al cabo, es un exhibicionista que se expone a la curiosidad de todos.

Queda por ver cómo se representa la escritura de un diario de esa minoría de autores que no conciben su escritura como publicable ni esperan que alguien la lea una vez que ellos hayan muerto. Tal vez la mejor imagen la ofrezca el cuento popular--que Ovidio incluye entre las numerosas anécdotas mitológicas de su Metamorfosis--que narra cómo el peluquero de un rey ve que éste tiene cuernos y se le conmina a no dejarlo saber a nadie. Incapaz de guardarse el secreto, pero evitando darlo a conocer a otros, abre un hoyo en la tierra y en ese hoyo, que luego tapa como quien tapa una tumba, susurra el secreto que no podía revelar públicamente ni callar tampoco. 

______
* Aunque la palabra "diarismo" se refiera, según la autoridad del diccionario, a la actividad profesional del periodismo, no veo por qué no la puedo usar para designar la actividad de un "diarista", que, según el mismo diccionario es la persona que escribe un diario personal. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario