Observa uno cómo los objetos reflejan en su forma las características funcionales de cada uno así como las acciones humanas representan las diferencias que nos distinguen a unos de otros.
Ante un objeto mal diseñado o mal hecho que no cumple--no puede, por imperfecto, cumplir--su oficio es imposible no sentir lástima.
Admirable es el objeto perfecto, el práctico y efectivo objeto de uso preferido. Desafortunado es que su perfección humille al imperfecto, al pobremente concebido.
Lástima de la diferencia.
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