En orden de número de veces que se los usa, destacan la luciérnaga y la libélula, ricas en valor representativo y en belleza visual.
La luciérnaga
Una luciérnaga se ha ido.
De pronto
la noche se enturbia.
***
Enamorada,
una luciérnaga cae
sobre las hierbas.
***
La muerte de una luciérnaga
en su jaula
de cuatro centímetros cúbicos.
Revoloteando por todas partes.
¿Luciérnagas
o almas vivas?
***
Veo a un hombre,
mi quimono suelto.
Noche con fulgores de luciérnagas.
***
Las luciérnagas pasan.
Todos los hombres que quiero ver
ya han pasado.
***
Enamorada,
una luciérnaga cae
sobre las hierbas.
***
La muerte de una luciérnaga
en su jaula
de cuatro centímetros cúbicos.
Revoloteando por todas partes.
¿Luciérnagas
o almas vivas?
***
Veo a un hombre,
mi quimono suelto.
Noche con fulgores de luciérnagas.
***
Las luciérnagas pasan.
Todos los hombres que quiero ver
ya han pasado.
La libélula
Ahora,
¿hasta donde habrá ido, mi niño,
atrapando libélulas?
***
Detrás de la tumba
una enorme libélula me espera
lamiendo la piedra.
***
Al detenerme
me doy cuenta de que las libélulas
se multiplican.
***
Una libélula
es apenas un poco más pesada
que el viento.
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