"De escritor a escritor", contribución de Bertha Jacobson

Solamente un escritor, comprende a otro escritor. Escribimos, leemos, observamos; siempre buscando las posibilidades ilimitadas que nos rodean, tratando de aprovechar el tiempo y dejar con nuestras palabras una huella en este viaje de paso por la tierra.

Solamente un escritor puede animar a otro escritor.  Esa pasión que derrama nuestro espíritu aventurero. Otros amigos se encogen de hombros, disimulan un bostezo, cambian de tema. Nuestra pasión les aburre.  Pero ese otro escritor, es el amigo que intuye nuestras necesidades y puede satisfacerlas.

Solamente un escritor en la compañía de otro escritor para comprender que el silencio entre nosotros no es incómodo ni embarazoso. Es la oportunidad de acoger nuestras ideas y recargar energías en una amistad forjada por el interés común en las letras.  Una amistad que toma tiempo en llegar a su punto, porque se cuece a fuego lento como un caldo que necesita los ingredientes justos y las medidas apropiadas. 

Solamente un escritor puede darnos el regalo de celebrar nuestra creatividad, reconociendo que en los momentos que pasamos juntos podemos encontrar aquello que hemos buscado por tanto tiempo: las palabras que dan sentido a nuestro vivir.